Ocurre una catástrofe mundial y mueren millones de personas; en el cielo se revoluciona todo ante la llegada de tanta gente junta.
Es tanto el trabajo, que incluso Dios sale a recibir a las personas; en primer lugar forma filas de hombres y mujeres. Pero ante tanta gente, comienzan a dividir más las filas; para ello a Dios se le ocurre algo y habla a todos los hombres:
Hagan dos filas por favor, una para los hombres que dominaron a sus esposas y otra para los que fueron dominados por ellas.
Cuando Dios vuelve, se encuentra con una fila de kilómetros que corresponde a los 'dominados' y un hombre solo en la otra fila.
Un tanto ofuscado les dice:
La verdad es que no puedo creerlo, los hombres se sienten mejores, controlan casi todo en el mundo y sin embargo todos son dominados por sus mujeres. ¡Aprended de este hombre, cuéntales a todos, hijo, cómo conseguiste ser el único en esta fila.
El hombre mira a todos, se encoge de hombros y responde:
No sé... mi mujer me dijo que me pusiera aquí.
Es tanto el trabajo, que incluso Dios sale a recibir a las personas; en primer lugar forma filas de hombres y mujeres. Pero ante tanta gente, comienzan a dividir más las filas; para ello a Dios se le ocurre algo y habla a todos los hombres:
Hagan dos filas por favor, una para los hombres que dominaron a sus esposas y otra para los que fueron dominados por ellas.
Cuando Dios vuelve, se encuentra con una fila de kilómetros que corresponde a los 'dominados' y un hombre solo en la otra fila.
Un tanto ofuscado les dice:
La verdad es que no puedo creerlo, los hombres se sienten mejores, controlan casi todo en el mundo y sin embargo todos son dominados por sus mujeres. ¡Aprended de este hombre, cuéntales a todos, hijo, cómo conseguiste ser el único en esta fila.
El hombre mira a todos, se encoge de hombros y responde:
No sé... mi mujer me dijo que me pusiera aquí.
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